OPINIÓN | ¿Por qué las niñas – muy pequeñas- están obsesionadas con la belleza?
Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion
(CNN Español) -- Si no lo estuviera viviendo no lo creería. Tengo una nieta divina, simpática, inteligente y muy buena, de 12 años, y cuando recientemente me enseñó su gaveta de maquillaje ¡casi me desmayo del asombro! ¡Aquello parecía una tienda de belleza!
Al parecer, esto es típico de los niños de hoy en día -por lo menos en Estados Unidos- donde ya se les llama “Sephora kids”, o sea, preadolescentes de 9, 10 y 11 años, que están obsesionadas con la belleza. Un nuevo enfoque en el que, además de maquillaje, usan cremas y lociones - ¡de adultos! - que, en muchos casos, hasta les pueden producir alergias u otras reacciones negativas en la piel, según los dermatólogos. Y me pregunto: ¿por qué sucede esto? ¿Cómo sus padres lo permiten y aceptan con humor y sin preocupación alguna?
Este nuevo fenómeno social – que está siendo muy comentado en los medios y en las redes sociales- me ha impresionado mucho. Porque siempre fui una niña muy adelantada, que quería ser “mayor”, pero si a los 10 o 12 años se me ocurría ponerme lápiz labial, o gloss, o usar una crema limpiadora… mi mamá me hubiera dicho: “no, no… de ninguna manera, Mari… eso todavía no es para ti”.
Lo más perturbador de todo es que con mucho sentido de marketing, dándose cuenta de esta tendencia -que, en muchos casos, es producto de los vídeos de TikTok- muchas compañías de belleza ofrecen cosméticos ¡especiales para niños! que se venden en tiendas de marcas famosas y grandes perfumerías. Esto yo no lo sabía -y pensaba que mi nieta y sus amiguitas compraban los productos “de adultos”, pero además de esto hay líneas de cosméticos creados especialmente para niños, con precios más moderados (así pueden comprar muchas más cosas), aunque en un artículo que leí se recomienda que, como hidratante, usen una famosa crema humectante que puede valer más de US$ 570 ¡y que muchas adultas no pueden comprarla!
¿Qué está pasando? Nunca he sido una persona anticuada, ni que se horroriza o asombra por cualquier cosa, pero esto de los niños, los cosméticos y la obsesión por la belleza me ha dejado pensativa. ¿Por qué quieren adelantarse y dejar atrás la niñez? ¿Por qué quieren entrar en el mundo adulto antes de tiempo? Porque esto del maquillaje es solo el comienzo. ¿Y qué seguirá en pocos meses? ¿Qué pasará cuando se aburran del maquillaje?
He hablado con mi nieta de 12 años -que se sabe maquillar muy bien y me llama por FaceTime para enseñarme cómo lo hace, pues tenemos una gran relación y me lo cuenta todo- y me ha dicho que no hay ningún problema. Que así actúan todas sus amiguitas de sexto grado. Y por su reciente cumpleaños, ¿qué creen ustedes que le han regalado las amigas? ¡Pues más de US$ 250 en certificados de compra de una famosa perfumería! Me dijo: “Esto me va a durar porque tengo muchas cosas y realmente no necesito nada”. Yo, de atrevida, le dije: “bueno, regálame uno de esos certificados y cómprame un lipgloss”. Entonces me miró y me respondió: “No, porque no sé cuándo voy a necesitar algo de una nueva marca y las cosas de Drunk Elephant (la marca fetiche de estas chicas) son carísimas”.
Este comentario no es de ninguna manera una crítica a mi nieta, pues es una niña obediente, buenísima y es mi adoración. Es un asombrado comentario sobre lo que está sucediendo incluso entre niñas aún más pequeñas. Y pienso que quizás sea algo que pasa en ciudades grandes y cosmopolitas como Nueva York, Miami o Los Ángeles, aunque parece estar comenzando a suceder en América Latina. Hay muchos videos en YouTube en español, con tutoriales sobre cómo maquillarse, aunque no lo he podido investigar a fondo. Sé que en Madrid ya está ocurriendo… y en Londres… y muchas niñitas ya están con los ojos pintados y grandes chapas de rubor en las mejillas.
Y si hablamos de asombros, el mío llegó al máximo, y me he quedado realmente sin palabras cuando el otro día vi un grupo de niñitas, que no tenían más de 8 o 9 años, ¡entrando en la joyería Tiffany de Nueva York con sus mamás, vestidas de negro, con perlas y largas boquillas y maquilladas idénticas a Audrey Hepburn en el icónico personaje de “Breakfast at Tiffany’s”! Iban muy sonrientes, maquilladas, y posaban como mini adultas para todos los transeúntes, que las retrataban entre divertidos y asombrados con sus iPhones.
Me quedé sin habla…